Hime Marie y su hermanastro Jay Romero tienen un poco de historia, con Hime constantemente queriendo meterse en los pantalones de Jay. El intento de hoy de Hime de conseguir que Jay la folle es que ella le ha robado sus fuegos artificiales. Tiene la intención de llevarlos a una fiesta. Jay la encuentra en su habitación enviando mensajes de texto con su amiga y regodeándose. Los hermanastros discuten y Jay finalmente recupera los fuegos artificiales, pero finalmente se da cuenta de que los buenos no están en la caja. Regresa a la habitación de Hime y la encuentra desnuda y sin usar nada más que los fuegos artificiales. Hime se burla de Jay con los fuegos artificiales que él se niega a agarrar porque ella solo está aprovechando la oportunidad para intentar meterse en sus pantalones una vez más. Intenta hacer un trato con Jay: follarla con los dedos y ella no les dirá a sus padres que tiene fuegos artificiales ilegales. Jay finalmente acepta, Entonces Hime se recuesta y abre las piernas para que él pueda ponerse a trabajar. Mientras Jay cumple con su parte del trato, Hime saca su polla dura y comienza a acariciarla. Ella silencia las protestas de Jay inclinándose hacia adelante y chupándolo con una garganta profunda delicia. Cuando Hime rueda sobre su espalda y abre sus muslos a modo de invitación, Jay se siente tan bien que apenas discute con sus demandas íntimas. lata. Ella rueda sobre su vientre para que él pueda darle una paliza al estilo perrito. Luego empuja a Jay a la cama para que pueda disfrutar de una vaquera y un paseo en vaquera inversa. Cuando finalmente se cansa de correrse, Hime está ansiosa por asegurarse de que Jay también se corra. Ella lo chupa en una mamada descuidada mientras simultáneamente le da una mano hasta que aparece en su boca esperando en un tiro de semen que es todo lo que ella soñó que sería.
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