Brad Newman no puede creer lo tarde que su hijastra Jane Wilde regresa a casa de su práctica de equitación. Cuando él la confronta a su regreso, sus mentiras solo lo enfurecen. Está seguro de que Jane se ha estado tirando a su entrenador de caballos, así que la inclina sobre sus rodillas para castigarla con su fusta. Cuando Brad se da cuenta de que a Jane le gustan los azotes, le baja los pantalones y encuentra su coño mojado y con olor a sexo. Jane puede sentir que la polla de su padrastro se endurece, y de repente se da cuenta de que ella tiene todo el poder en esta interacción. Frotando la polla de Brad mientras se arrodilla, la saca para besarla y chuparla. Su boquita caliente solo es superada por la estrechez de su pequeño chocho apretado mientras se quita los pantalones de montar y se sienta en el regazo de Brad. Completamente empalado por su erección, ella muestra lo bien que esas lecciones de equitación la han preparado para ondular sus caderas y moverse como una profesional. Cuando ella se da la vuelta en los brazos de Brad para balancear sus pequeñas tetas en su cara, todo lo que él puede hacer es colgarse de sus caderas e ir a dar un paseo. Inclinando a Jane sobre sus manos y rodillas, Brad da un paseo por su cuenta mientras desata un coño estilo perrito golpeando a su hija adolescente. Ella abre bien los muslos para acomodarlo mientras él la corre por última vez. Sacándose, le da el facial que ella ruega para dejarla cubierta de semen.
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